Lo que escribimos, desafortunadamente, hace parte de la cotidianidad y va dirigido a aquellos a quienes la vida los enfrentará a una situación similar. En Cuervo Ballén Abogados, nuestro interés es que tú estes bien informado, de esta manera aumentarás la posibilidad de lograr tú propósito.
Muchos nos han consultado decepcionados del camino que ha tenido que recorrer ante instituciones como Comisarías de Familia o Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), instituciones que el Estado ha creado, justamente para proteger los derechos de los niños, niñas y adolescentes, y de otras personas en estado de vulnerabilidad. Estas historias las hemos escuchado una y otra vez, y esperamos que la siguiente información pueda evitar o prevenir que el usuario, que por necesidad asiste a estos sitios, sea atropellado, para que no se quede callado y reclame el respeto y la protección de esos derechos vulnerados, por algunos funcionarios que oscurecen el nombre de las entidades mencionadas (haciendo claridad que lo que aquí se expresa no se presenta siempre, ni en todos los casos).
Cada historia de queja, suele tener un denominador común: funcionarios sin preparación, no especializados, inexpertos, insensibles o arbitrarios que atienden como si se tratara de dar una limosna, cuando lo que la gente pide es un servicio, servicio que nosotros como contribuyentes hemos pagado. En las historias narradas escuchamos decir “me obligaron a firmar”, “me obligaron a hacer acuerdos que no quería”, “me sentí regañado”, “no me dejaban hablar”, “me decían si usted no acepta…”, es así que, encontramos conciliaciones inapropiadas y fuera de todo ordenamiento ético, moral, legal y constitucional, con el cual se ahonda el problema de quien consulta, ya que al salir de allí no solo NO ha solucionado el fondo del asunto, sino que además el usuario siente que ha sido insultado, regañado y, en muchos de los casos, obligado a firmar un acuerdo que no se compadece con lo que pretendía.
Si tú sientes que hay arbitrariedad del funcionario, si sientes que hay insulto, si sientes algún tipo de presión para firmar un acuerdo, debes saber que tienes el derecho de informarle al funcionario que si asistes a dicho lugar es porque lo necesitas, que mereces respeto y que puedes estar pensando en la iniciación de una investigación disciplinaria. No sientas miedo de hacerlo, también resultaría apropiado anunciar que si continua la irregularidad te verás obligado (a) a abandonar el lugar y que acudirás a la Procuraduría delegada para la función pública a denunciar el hecho que consideras es irregular. En todo caso sugerimos que te asesores, antes de las audiencias, de un abogado especializado, para que te dé la orientación o te haga el acompañamiento.
Recuerda que tienes el derecho de solicitar copia auténtica de toda la actuación y que vale la pena que grabes la diligencia a la que compareces para tener la evidencia de lo sucedido. Esa es la manera en que podremos empezar a sanear instituciones creadas para cumplir funciones extraordinarias, pero que se ven empañadas por malos funcionarios que enlodan el nombre de la institución y le hacen perder su finalidad.